El proceso de adaptación a su nueva vida está siendo lento y doloroso, pero confiesa que “siempre he sido una mujer con una gran fortaleza que se crece ante la adversidad. El cariño de mi familia y del público me permite sobrellevar mejor la pena. Porque, con la muerte de Guillermo se me ha ido una importantísima parte de mi vida. Le echo de menos cada día. Es muy difícil vivir sin él… porque me lo enseñó todo en la vida, fue mi gran amor, un hombre extraordinario, cariñoso, sensible, inteligente, nos entendíamos con mirarnos”.